Por Astrid Yulieth Cuero Montenegro
Feminista negra antirracista y melómana afrocolombiana
“La mujer es fuerte, la mujer se crece cuando las dificultades aparecen, no importa los males que se le atraviesen, con una sonrisa lo desaparece”
Canción La Mujer tiene el Control Orquesta Anacaona, álbum Llora si te duele, año 2012.
Orquesta Anacaona de Cuba “Las Mulatísimas del Sabor”
Como una mujer negra apasionada por la Salsa y por los ritmos afrocaribeños y afrolatinos que le dieron origen, visibilizar la presencia de las mujeres racializadas en la Salsa ha sido muy importante para mí, ya que en diferentes momentos la industria de la música salsa ha intentado reducir la participación de las mujeres a un papel marginal, como meros adornos u objetos de divertimento, en el papel de bailarinas y coristas que acompañan las orquestas masculinas, pero donde no tienen un lugar central. Justamente el Proyecto Encuentro de Melómanxs de Salsa Antirracista, que creé y he desarrollado desde hace 3 años en México, ha tenido como uno de sus objetivos realizar un trabajo sistemático de investigación y análisis de la presencia de las mujeres en la Salsa, tanto de las orquestas femeninas como de las cantantes solistas. Rescatar la presencia, y más que la presencia, los aportes de las mujeres en la Salsa, como cantantes y músicas, implica dar cuenta de que ellas al igual que los hombres, provienen de los pueblos afrodescendientes y de contextos racializados en donde la música tropical, afroantillana y afrocaribeña han representado formas de resistencia. A través de la música, estas cantantes y soneras han retratado las violencias sexistas, racistas, clasistas que han vivido, pero también han representado las diversas luchas de muchas mujeres en el contexto latinoamericano y caribeño, por la defensa de la vida y de los territorios rurales-urbanos de los que provienen y por el logro de autonomía económica frente a los procesos de despojo capitalistas y neocoloniales. Reivindicando formas de amar más sanas, horizontales y recíprocas, reconociéndose poderosas, grandes, talentosas, fuertes, con autonomía para llevar el control de sus propias vidas y con capacidades para crear desde la música, el canto y el baile.
En esta ocasión, elijo dar inicio a esta serie de reseñas mensuales, celebrando el legado musical de la Orquesta Anacaona de Cuba, ya que es la orquesta femenina más longeva dentro del panorama de la música afrocaribeña y afrolatina. La Orquesta Anacaona surgió en la ciudad de la Habana como el primer sexteto femenino de son y la primera orquesta de mujeres de Cuba. Fueron pioneras dentro del ámbito musical del son cubano de la década del 30 del siglo XX, pero además, luego explorarían otros ritmos y géneros musicales hasta llegar a convertirse en una de las exponentes más representativas de la salsa cubana. Esta orquesta fue fundada el 17 de febrero de 1932 por Concepción Castro y sus hermanas. Inició como una orquesta familiar en donde las hermanas Castro tuvieron que enfrentarse a un contexto racista y patriarcal al momento de tocar la música que hacían, ya que cuando iniciaron como orquesta, el son cubano era rechazado por la burguesía criolla, y aparte debían soportar críticas y prejuicios por ser mujeres que se ganaban la vida como músicas, que tenían una vida nocturna y, además, porque varias de sus integrantes no tenían marido. Precisamente por este contexto, fue que decidieron nombrarse como Anacaona, como una forma de hacerle homenaje e inspirarse en la lucha y rebeldía de la cacina taina del mismo nombre que enfrentó a los primeros colonizadores europeos, incluido Cristóbal Colón, con la ayuda de su hermano Caonabo y de todo el cacicazgo de Jaragua ubicado en la Isla de Quisqueya (La Española/actualmente República Dominicana y Haití).
A pesar de estos primeros obstáculos, lograron desarrollar su carrera musical con mucho éxito en Cuba y esto las catapultó a México donde tuvieron una gran acogida. Y las llevó a realizar giras por Puerto Rico, Colombia y por varios países de Europa. Aunque la orquesta inició como sexteto, funcionó principalmente como septeto y en el año 1934, adoptarían el formato de jazz band y de charanga típica. Es así como lograron alcanzar reconocimiento internacional, y se consolidaron como una de las orquestas femeninas más importantes dentro del panorama musical caribeño y latinoamericano. La Orquesta Anacaona logró contar entre sus filas a la maravillosa cantante Omara Portuondo, La Diva del Feeling.
En el año 1983, la orquesta Anacaona termina un ciclo e inicia un proceso de transición de una orquesta familiar, para convertirse en una orquesta integrada por cantantes y músicas profesionales egresadas y formadas en su mayoría en el Conservatorio “Amadeo Roldán” de Cuba. En ese año, las Hermanas Georgia y Dora Aguirre comienzan a trabajar con las fundadoras Concepción y Alicia Castro para renovar la orquesta, hasta que en año 1987, Georgia Aguirre asume la dirección de la Orquesta hasta el día de hoy.
La Orquesta Anacaona de Cuba ha logrado entonces mantenerse vigente por 90 años de trayectoria musical y artística, convirtiéndose en referente pionero de la presencia de mujeres en la música popular, tropical y afrocaribeña. Llegando a ser nombradas como Patrimonio Cultural de Cuba y Orquesta Femenina Insigne de Cuba, y convirtiéndose en inspiración para la creación de otras orquestas integradas exclusivamente por mujeres no solo en Cuba y el Caribe, sino en toda Latinoamérica. Bajo la dirección de Dora Aguirre, han explorado géneros como la Salsa, realizando fusiones con el merengue o el reggaetón. Han mantenido la fidelidad a las raíces ancladas en el son cubano pero se han atrevido a innovar con los ritmos más contemporáneos, logrando mantenerse vigentes para los públicos más jóvenes. Para mí la orquesta Anacaona es una orquesta fundamental dentro de la memoria musical afrocaribeña, ya que es por una parte, testimonio vivo de la evolución del son a la Salsa. Y por otra parte, es muestra de la capacidad creativa y del talento musical que las mujeres, y principalmente las mujeres racializadas, han tenido dentro de la música afroantillana. Ninguna orquesta masculina de son, latin jazz o salsa, ni siquiera del ámbito de Nueva York, ha logrado mantenerse activa durante tanto tiempo y con una producción musical tan prolífica.
Por todas estas razones, celebramos a “Las Mulatísimas del Sabor” cuyos aportes al mundo de la música afrolatina ha sido fundamentales.